Marco

Marco histórico

Durante el siglo XXIV, los principales estados anglosajones, Estados Unidos y Reino Unido, junto con Alemania, habían comenzado a vislumbrar claramente la amenaza supuesta por la alianza que Rusia y China firmaron durante años anteriores y que componían un claro enemigo para estos países: el objetivo principal era deshacerse de la emergente superpotencia que podría derrocar a estos como principales líderes del mundo. Así que, volviendo a la vieja estrategia de usar la guerra como propaganda para sus propios intereses, se creó en el mundo un estado perpetuo de crispación que acabó desembocando en un III Guerra Mundial. Una guerra en la que, más que nunca, estuvo presente el cambio climático, que acabó condicionando mucho la victoria de los anglosajones, establecidos en la Alianza de Estados Anglo-Germanos, recibiendo la ayuda fundamental de los principales estados occidentales. El frío polar congeló gran parte de los efectivos rusos y chinos y dejaron a los anglo-germanos vía libre para atacar cuando el sol salía y el frío podría ser mejor resistido con los avances tecnológicos que habían conseguido, en gran parte robado a los japoneses.

Fue una guerra en la que comenzaron a emplearse armas experimentales, herramientas e instrumentos bélicos hasta ahora nunca probados más allá de un laboratorio o de una fábrica experimental, acelerando los procesos naturales que acabaron transformando la geografía de nuestro planeta, acelerando los procesos que, con el paso del tiempo, acabarían por suceder, así como alterándolos. La principal marca dejada por esta guerra fue la comúnmente denominada 'Gran Cicatriz', una larga brecha de territorio que antes había sido tierra pero que, debido a la guerra y a estas armas, muchas de ellas subterráneas, había comenzado a romperse, separando los territorios que antes unía.

Tras la victoria, se estableció un gobierno provisional dirigido por la Alianza, que dividió los territorios a partes iguales entre estadounidenses, británicos y alemanes. No obstante, británicos y alemanes, ante las crisis de sus países derivadas de la guerra, a pesar de la victoria, decidieron unificar los territorios, conformando un Imperio Británico-Germano con capital en la ciudad de Brightport, surgida de los restos de lo que en algún tiempo había sido Londres. No fue con el tiempo hasta que este Imperio acabó por convertirse en el Imperio del Kaiser tras la elección de la figura de Alexander Zauberkünstler como Presidente de los territorios, quien comenzó a tener enfrentamientos frontales con la presidenta estadounidense Margaret Sinclair por el desigual reparto de territorios.

Comenzó así un nuevo enfrentamiento bélico del cual el Estado del Kaiser, como había pasado a denominarse el Imperio, resultó vencedor gracias a la ayuda de los Señores de la Guerra: dirigentes políticos interesados, de opinión cambiante, que habían comenzado la guerra con Sinclair pero que, tras las ofertas de Zauberkünstler, cambiaron de bando. La promesa de más territorios era sinónimo de mayores ganancias y eso aceleró la caída de los norteamericanos, que se rendirían tras el suicidio de la presidenta a principios de la década de los años '70 de dicho siglo, conformándose finalmente el siguiente mapa a finales de siglo:


Los evolucionados y Andrea Avalon

Durante estas guerras, surgieron en todo el mundo pequeños casos de 'evolucionados', personas con habilidades especiales. No obstante, estos evolucionados, que fueron empleados durante las guerras que acuciaron al siglo XXIV, no tuvieron aceptación entre la sociedad y muchos de ellos tuvieron que ocultar sus poderes debido a este rechazo generalizado. Además, debido a la imagen que el propio Zauberkünstler proyectó acerca de ellos, no precisamente buena, muchos comenzaron a abandonar las ciudades y a vivir en pueblos antiguamente ruinosos, estableciendo campamentos provisionales y abasteciéndose de lo poco que quedaba. 

El Kaiser comenzó a enviar partidas de caza, soldados encargados de eliminar a estos eliminados debido a la amenaza que podrían suponer para la sociedad, que fueron reduciendo poco a poco los campamentos: los supervivientes acababan por convencerse que era más fácil vivir como nómadas puesto que su supervivencia sería más sencilla así, con lo que finalmente sólo quedó uno de los grandes campamentos, el campamento establecido en Lake Brown, a las afueras de Brightport, que se mantenía a salvo debido a un campo de fuerza que podía crear uno de los integrantes de dicho campamento.

Sin embargo, parece que el principal interés del Kaiser no estaba sólo centrado en dicho campamento, que se mantenía como último bastión de los evolucionados que confiaban en poder vivir como comunidad, sino en una chica en concreto: Andrea Avalon. No hubiese sido extraño que su nombre hubiese aparecido entre los de otros evolucionados muertos, en las grandes pantallas de la Plaza de la Victoria, pero sí que fue especialmente sorprendente que apareciese como principal noticia en varios periódicos y cadenas de televisión. Nunca se explicó su poder o el especial interés que despertaba, pero Andrea Avalon había sido noticia por su muerte.

Lo sorprendente de todo es que había sido noticia por una muerte que nunca fue real.

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