jueves, 26 de enero de 2012

Documento Número 1


26 de Enero
Año 15 después del Kaiser
Hoja del diario de Michel Lockterra, Incompleta


Las cosas en Brightport no cambian nada, siguen sin cambiar nada. Hay incluso quienes viven a expensas de la llegada de un salvador, un arcángel liberador que corte nuestras cadenas y no tengamos que vivir en los límites de la ciudad intentando sobrevivir cazando lo poco que encontramos y tratando de evitar las partidas de caza del Kaiser.

No me resulta extraña la situación, ya la viví hace demasiado poco tiempo como para que suponga un cambio profundo en mi vida. Lo que ha cambiado es el ambiente a mi alrededor: toda esta sensación de tener la muerte acechándonos en cualquier momento al salir de nuestra pequeña ‘’base’’, por llamarla de alguna manera, es de las pocas cosas capaces de agobiarme. Estar encerrado cuando lo único que respiro es aire puro es extraño.

Hemos montado una especie de campamento en los límites de Brightport, en el camino antiguo que llevaba a Ancient Bay. No es que sea demasiado bueno, las tiendas, o lo que sea que hemos hecho, son cuatro telas mal puestas y sujetas con cuerdas y palos de madera que, de un momento a otro, parecen que van a caer. Lo único que parece poder protegernos de verdad es el campo de fuerza que Leo hace todas las noches, todos confían en que sea así, pero yo tengo claro que en algún momento sus fuerzas le abandonarán, aunque sea por un segundo, y normalmente solemos tener un grupo de cazarrecompensas acechando en el bosque, entre los árboles. Ya cayeron Anne y Nana, y creemos también que algunos de los que pertenecían al grupo de Peter han desaparecido.

Ellos han acampado en la zona norte del bosque, en una zona con muchísimos más recursos. Pero no podemos permitirnos el lujo de ir con ellos. Un gran número de los nuestros llamaría demasiado la atención de las partidas que manda cada día el Kaiser. No quiero ni pensar lo que estarán viviendo los que hayan decidido quedarse en Brightport, los que no sean capaces de ocultar su verdadera imagen o los que no controlen lo que les sucede. Pero mientras no encontremos la manera de entrar en la ciudad, ellos seguirán desprotegidos.

Al menos, sabemos que los planes están ahí, sólo hay que saber ejecutarlos. 

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